Una tecnología madura los retos empresariales de 2024
- Publicado el 11 de Marzo de 2024
- Jason Cort
La impresión es una tecnología madura que en 2024 se seguirá enfrentando a todo tipo de cambios en la infraestructura de TI en la que se integra. Estas variaciones generarán nuevas tendencias o reforzarán otras ya en proceso de despliegue en torno a una tecnología que, bien implementada, continuará ayudando a las pequeñas y medianas empresas a desarrollar una colaboración en equipo más inteligente.
Como decía, al tratarse de una tecnología madura, los proveedores podemos mejorar las velocidades de impresión y la eficiencia energética, pero la base tecnológica sigue siendo la misma. En este sentido, las tendencias de innovación en el ámbito de la impresión se centran en el desarrollo de dispositivos más rentables, ya sea en términos de costes de adquisición o de mantenimiento.
A medida que los volúmenes de impresión de las empresas se reducen, en gran parte por la descentralización de los equipos de trabajo, se tiende a la sustitución de la capacidad de impresión A3 por dispositivos A4. Este formato no sólo abarata el coste de adquisición, sino que también garantiza un funcionamiento y un mantenimiento más rentable de los equipos.
Esto no quiere decir que el formato A3 esté abocado a la desaparición, ya que sigue desempeñando un papel importante en muchas organizaciones. La tendencia que observamos es que el número de dispositivos A3 centralizados para grandes grupos de trabajo se reducirá progresivamente. En consecuencia, cada vez serán más frecuentes los dispositivos A4 con funciones similares a los A3, pero adaptados a las necesidades de equipos o grupos de trabajo más pequeños.
La IA a la cabeza de la innovación en impresión
Al margen de formatos, la Inteligencia Artificial se sitúa a la cabeza entre las tecnologías que impulsarán la innovación en impresión en 2024. Destinada a ser uno de los factores de cambio más rápidos de la historia de las TI, pocos en la comunidad empresarial previeron el repentino auge e impacto registrado en los últimos 12 meses. Tal es así que mientras la nube ha tardado una década en establecerse, es previsible que la IA alcance el mismo nivel de adopción, penetración e impacto en un año.
A nivel de dispositivos de impresión, ya estamos viendo cómo se utiliza la IA para contribuir a la automatización y simplificación de los flujos de trabajo o a la captura de documentos. Es decir, procesos como la clasificación manual y la extracción de información de los documentos ya no son tareas laboriosas, ya que la IA está asumiendo muchas de esas funciones.
Del mismo modo, está contribuyendo a redefinir las experiencias de los usuarios, distribuidores e ingenieros de servicio, al permitir la gestión remota de los dispositivos de impresión y el análisis predictivo de posibles incidencias. En este sentido, a medida que descienden los volúmenes de impresión, la vida útil natural de los dispositivos puede prolongarse sin que ello suponga una desventaja para el servicio o la eficiencia.
Precisamente, los equipos multifunción todavía tienen mucho que aportar a la automatización de muchas empresas, ya que a menudo hay contenidos en formato analógico que deben añadirse a los procesos de flujo de trabajo digital. Esta tendencia, que sigue ganando adeptos, se centra en abandonar los procesos centralizados en favor de los flujos de trabajo personalizados. Incluso sin necesidad de acceder al nivel de código, ahora se dispone de herramientas que permiten incluso a las empresas más pequeñas automatizar tareas manuales y laboriosas con facilidad.
Como ocurre con muchas de las tendencias que estamos observando, la IA facilita y abarata la automatización de procesos y la configuración de sistemas a medida, pero también eleva el listón de las amenazas significativamente. De hecho, los hackers ya explotan esta tecnología en beneficio propio cada vez con mayor rapidez, por lo que las empresas desconocerán cómo son estos ataques hasta que los sufran.
En este sentido, es imprescindible que tanto los proveedores como los usuarios nos mantengamos alerta, evaluando periódicamente los procesos y ajustando la estrategia de seguridad de impresión; un área que a menudo se pasa por alto, sobre todo en las empresas más pequeñas, donde la experiencia del personal informático y los recursos pueden ser limitados.
De hecho, sólo el 3% de las pymes españolas considera la posibilidad de un ataque a sus equipos de impresión entre sus principales preocupaciones en materia de ciberseguridad, según un estudio propio realizado entre más de 5.770 responsables de tecnología de 11 países europeos. A ello se añade que sólo el 26% de las pymes nacionales forma a sus empleados en seguridad informática de impresoras, porcentaje que se sitúa en el 20% en el caso de los sistemas de escaneado.
Estos datos son especialmente preocupantes si tenemos en cuenta que, según una investigación de Quocirca, el 61% de las organizaciones encuestadas ha experimentado pérdidas de datos como resultado de prácticas de impresión inseguras en el último año.
En este sentido, las tendencias que estamos observando en torno a la seguridad de la impresión pueden encontrarse tanto en la capa física como en la digital del equipo. El dispositivo en sí tiene una gran variedad de funciones de seguridad integradas y parte de nuestra responsabilidad como proveedores es informar y educar a nuestros clientes para que saquen el máximo partido de ellas.
En definitiva, la impresión se enfrentará en 2024 a muchos de los retos de los anteriores 12 meses, con el objetivo de reafirmarse entre las tecnologías de mayor madurez para seguir generando oportunidades de mejora de la eficacia de los procesos de negocio, mediante su contribución a la automatización de procesos, la optimización de las estrategias de seguridad y de la colaboración y productividad de los empleados.