Si hay algo que preocupa a casi todo el mundo es la cuestión del trabajo. Recientemente algún experto comentaba que estábamos entrando en lo que se denomina “gig economy” es decir, una situación en la que solo habrá contrataciones puntuales para trabajos esporádicos en los que el trabajador aportará todo lo necesario para la actividad, cobrará por ese trabajo y dará un porcentaje a la empresa mediadora.

En este modelo quien de verdad gana dinero son las empresas mediadoras, aunque hay quien defiende que este modelo tiene sus ventajas. Por ejemplo, que trabajaremos cuando queramos, dispondremos de nuestro tiempo y seremos nosotros quienes marquemos los ritmos, de forma que podamos organizar nuestra vida según nuestro deseo. En cambio, otros opinan que con este sistema se debe trabajar mucho más para alcanzar una cantidad que permita una vida digna, y eso siempre y cuando salga el trabajo suficiente.

Sea como sea este modelo sólo funciona en un entorno de escasez cuando hay mucha mano de obra disponible dispuesta a trabajar a cambio de muy poco, que es lo que está ocurriendo ahora precisamente, aunque hay que reconocer que si este es nuestro futuro laboral es muy triste.